El jugador americano

Hola clasicorros. El jugador americano siempre ha tenido en Europa una aureola de grandeza. Ellos eran los que traían al Viejo Continente la clase y los puntos que rechazaban los equipos de la NBA. 'Si los que vienen aquí nos deslumbran, ¿cómo serán los que juegan allí?' nos preguntábamos todos. Un amigo me decía 'si hicieran una selección sólo con lo que tienen repartido por el mundo ganarían igual.'

Fichar un buen americano era una grantía para cualquier equipo. Por ejemplo Walter Sczerbiak anotó 76 puntos con el Real Madrid, hazaña impensable para los nacionales de la época. Lo tenían todo: tiro, rebote, velocidad, clase... A veces la falta de una cosa lo suplían con un exceso de lo otro, pero casi siempre destacando por encima del resto del equipo.

Cuando se permitió fichar un extranjero más se hizo pensando en igualar la competición. Práctica habitual en los equipos de la época era fichar un buen par de americanos y construir alrededor de ellos. Se empezó a cambiar de extranjeros de un año para otro con más asiduidad que cuando se jugaba sólo con uno, quedando el asunto de los colores en un plano secundario. Aunque se había pensado para igualar la competición, no se consiguió del todo porque los equipos con más dinero fichaban los mejores extranjeros.

A mediados de los noventa se aprueba en la ACB la regla del tercer extranjero para intentar abrir del todo la competición ya que entre Madrid y Barça se repartían las ligas desde hacía prácticamente 10 años, con alguna excepción del Joventut de primeros de los 90. La demanda de americanos aumentó, pero no sólo en España. La NBA se encontraba en plena expansión, apareciendo en poco tiempo las franquicias de Orlando, Minesotta, Miami y Charlotte. Cuatro equipos NBA más eran un mínimo de 60 jugadores con un nivel necesario para estar en la liga. Eso (y que el tercer extranjero era el que menos cobraba) hizo descender muchísimo el nivel de los jugadores americanos que llegaban a la ACB. En aquella época los americanos era, parafraseando a Forrest Gump, como bombones: no sabías qué te podías encontrar. Si tenías suerte podías haber fichado un trio por poco dinero y entrar en la Copa del Rey gracias a su rendimiento; también podías pagar un pastón por tres extranjeros consistentes y fracasar estrepitosamente. La rotación de americanos se hace evidente en los equipos a los que no les funciona bien el trio extranjero.

A los pocos años la Ley Bossman abrió definitivamente el mercado, permitiendo que cualquier jugador con pasaporte europeo (de la Unión o con tratados laborales con la Unión) pudiera jugar como nacional. Los jugadores comunitarios de calidad desplazaron a muchs americanos que sobraban. Mientras, la NBA ha seguido creciendo con los equipos canadienses con lo que la demanda de buenos jugadores se ha ido disparando: en américa porque había más equipos NBA y en Europa porque el nivel cada vez era mayor.

¿Cuál es la situación actual? El nivel del baloncesto FIBA (europeo, sudamericano, asiático e incluso de Oceanía) ha mejorado muchísimo. Tanto que no es raro ver a jugadores de cualquier parte del mundo en el draft o en fichando como agentes libres. Como la NBA tiene el dinero, los mejores jugadores suelen acabar allí. Así que salvo contadas excepciones se ha perdido esa aureola que comentaba, hemos visto pasar a tantos jugadores americanos de nivel mediocre que casi nos han hecho olvidar a los grandes americanos que han pasado por Europa. La rotación de americanos en España es alta pero su nivel de exigencia no ha bajado. El principal problema para que el americano de calidad triunfe en Europa es la adaptación. Necesita de estabilidad y hasta cariño, cosa difícil en ligas tan competitivas como estas. Si además el ojeador de turno se ha equivocado con el jugador, desastre garantizado.

Pero debemos ser optimistas y esperar que volvamos a ver americanos de calidad por aquí, americanos a los que no les ha importado cruzar el charco y empezar una nueva carrera con tiempo y paciencia. Digo que debemos ser optimistas porque esos americanos existen a día de hoy y pueden ser un ejemplo para muchos buenos jugadores que se caen de las plantillas de la NBA por el simple hecho de no ser jugadores especialistas. Pues aquí les recibiremos con los brazos abiertos. ¡Clasicorros saludos!