Kurt Rambis era un alero de la universidad de Santa Clara que medía 2,03 m. Aunque nunca fue un anotador todavía mantiene el récord de puntos de esa universidad, que ha retirado el número 34 en su honor. Fue elegido en la tercera ronda del draft de 1980 por los NY Knicks pero no debutó en la NBA ese año, se fue a Grecia a jugar aprovechando sus orígenes griegos y su doble nacionalidad como Kyriakos Rambidis.
La temporada 81-82 retorna a la NBA siendo fichado por los Lakers. Allí se estaba formando el equipo que cambiaría junto con los Celtics el devenir de la NBA como liga y como negocio, amén del propio baloncesto como deporte. Si bien en todos los equipos cada jugador debe ir encajando en el rol que le toca, siempre hay jugadores de gran calidad que deben quedarse un paso por detrás para que todas las piezas encajen. Ese no es el caso de Rambis. Nada más llegar al equipo Kurt destaca por su dureza, su intensidad y estar metido en todas las trifulcas. Esa dureza era el contrapunto a la sutileza y a la calidad de otros jugadores. Rambis juega muchos partidos como titular en esa temporada promediando algo menos de 5 puntos y algo más de 5 rebotes, ganando los Lakers por 4-2 el anillo contra los Sixers.
Al año siguiente Rambis mejora su estadística (ya como titular indiscutible) alcanzando los 7.5 puntos y 6,8 rebotes. Los Lakers llegan a las finales pero son barridos por los memorables Sixers de Mo Malone, Julius Erving, Mo Cheeks y Andrew Toney.
La temporada 83-84 enfrenta en las finales a los Lakers y a los Celtics. Los Lakers parecían claros favoritos con un cómodo 2-1 cuando, con los Lakers ganando en el 4to partido que se estaba disputando en el Forum de Inglewood, pasa esto:
Esa jugada cambió el rumbo del partido y de las series. Los dos equipos suben su ya de por sí alto nivel de intensidad destacando en todas la acciones los continuos roces y golpes entre Rambis con McHale y Bird, pero hay conatos de pelea en prácticamente todos los jugadores titulares. Los Celtics ganan el partido y logran remotar para llevarse el anillo a Boston por un trabajado 4-3. Desde entonces Kevin McHale es persona non-grata en Los Ángeles...
La temporada siguiente la final se repite y Rambis, conocido ya como 'Rambo', no toma prisioneros. Kurt sufre en el emparejamiento con McHale debido a la altura y los brazos de este, pero es el único recurso que tienen los Lakers a la hora de defender esa posición. Mitch Kupchak y Bob McAdoo ayudan pero el peso lo tiene que llevar Rambis. Los Celtics machacan a los Lakers en el primero pero pierden el segundo y el tercero. El a la postre MVP de la final, Kareem Abdul Jabbar, se aprovecha del trabajo sucio que hace Rambis en la pintura. Rambis apenas anota en esas finales pero es encumbrado como un ídolo en L.A. debido a sus constantes golpes con el frontcourt de Boston, su lucha por los rebotes y sus saltos hacia la grada para salvar balonces perdidos. Su estética 'freak' también ayuda. Los Celtics ganan el cuarto pero pierden el quinto y el sexto con un McHale que encuentra a Rambis en todas las jugadas. Kurt no anota pero manotea, percute, rebotea, tapona, corre... McHale se une a la fiesta (no fue un jugador muy limpio) y el público ya tiene héroe y villano, más aún teniendo en cuenta lo sucedido el año anterior y el resultado de la serie.
En la 85-86 los Lakers no llegan a las finales y, en la temporada siguiente, pierde el status de titular en favor de A.C. Green pero es ya parte de la leyenda de los Lakers. Aplaudido en todas sus acciones cada vez que aparece en pista, actúa de 6to-7mo hombre. En las finales contra los Celtics se encuentra otra vez en su salsa pegándose con Kevin McHale.
La temporada 87-88 los Lakers vuelven a las finales y allí se encuentran a los Pistons. Rambis se ve superado por Salley y Mahorn pero los Lakers se llevan el título. En el draft de expansión de ese verano los Lakers no protegen a Rambis en una decisión muy criticada en Los Ángeles ya que Rambis erra uno de los favoritos de la afición. Rambis emigra a los Hornets donde promedia unos sorprendentes 11.1 puntos por partido, pero es traspasado a cambio de Armen Gilliam a Phoenix para dar consistencia al juego interior de los Suns. Allí elimina junto a sus compañeros a su ex-equipo en semifinal de conferencia y permanece un par de temporadas más para, tras un breve paso por Sacramento volver a los Lakers y retirarse allí en 1995.
Todas las películas tienen actores secundarios. Muchas veces se utiliza la frase 'secundarios de lujo'. No en este caso. Kurt Rambis no era un estilista del baloncesto, era un trabajador famoso por sus peleas con los Celtics (especialmente con Kevin McHale) y esa entrega le llevó a ser reconocido como el corazón de los Lakers del showtime. El cariño de los aficionados es tal que a día de hoy encontramos todavía multitud de artículos recordándole, amén de su increíble página web donde además aparece una sección que se define como la página anti-McHale. Un icono de los 80. ¡Clasicorros saludos!
PD: Para los interesados en pillar la camiseta de Rambis de la foto, el link es este:
http://www.motheringhut.com/rambis.html
¿¿Kyriakos Rambidis?? ¿no es una broma? xDD
ResponderEliminarVaya nombrecito, casi me quedo con Rambis o Rambo para los amigos.
Esa acción de McHale a Rambis me gustaría que se viese más a menudo, por ejemplo, cuando LeBron se marca unos pasecitos de baile cuando su equipo va ganando.
Saludos!
+1
ResponderEliminarEste verano he dado un buen repaso a todos los partidos de las finales Lakers-Celtics de los 80, y claro, al lado de Magic, Worthy, Kareem... cualquiera es un inútil, pero discrepo en cierto modo de la "baja calidad" que le atribuyes, pues realmente me ha sorprendido por su buena técnica, o incluso su buena condición física llegando a verle terminar contraataques.
ResponderEliminarRepito, cuando me refiero a buena técnica, quiero decir que al lado de otros fajadores que sólo saben dar estopa, el bueno de Kurt, tenía sus detallitos.
Saludos.
Dennis Rodman debió inspirarse en Rambis.
ResponderEliminarCuánta caña se dieron entre estos dos equipos, regalos para los aficionados que ya no se ven.
Hoy en día no hay esta intensidad que había antes, sin duda se echa de falta.
Me compré esa camiseta hace cosa de dos años y es, sin lugar a dudas, una de las mejores adquisiciones que he hecho en mi vida. Me costó lo mío, pero aún así...
ResponderEliminarRambone era genial y aportaba el plus grecoromano justo para compensar el glamour de las estrellas angelinas.
ResponderEliminar@Jorge: Rambis tenía una buena condición física que le permitía acabar contrataques y era capaz de levantar algún balón que cogía tras rechaze, amén de tirar muy de vez en cuando de media distancia. Eso en su haber, en su debe el dominio de balón era nefasto y no tenía ningún recurso para jugar debajo salvo la lucha.
ResponderEliminar@The Virus: Se odiaban pero se respetaban, sabían que eran los mejores contra los mejores. Sus partidos son increíbles.
@Matías: Pues anda que no debes fardar con esa camiseta, muchos no sabrán de qué vas pero otros seguro que piensan 'ese sí que sabe'...
@jr:y tanto que greco-romano, entre sus pintas, su lucha y sus orígenes el calificativo le va al pelo.
Un saludo y gracias por comentar!
Una bestia del trabajo constante, se hizo un hueco entre las estrellas. Su tenacidad era inacabable. Un grande de las pistas, me encanta que los jugadores se entreguen tanto ... con o sin tanto talento para el basket.
ResponderEliminarUn tipo de jugador que debe tener todo equipo que aspire a ganar títulos. Ya sé que en Lakers el tema de retirar números está muy complicado, pero tampoco sería tan raro que este jugador la tuviera.
ResponderEliminarSaludos y gracias por recordarnos en estos últimos post a piezas claves de los grandes dominadores de los 80 sin ser ninguna de las grandes estrellas.
PD: has puesto que Lakers ganó el título en 89 y es 88 y en la final del 84 iban 2-1 cuando la pelea.
@Costal: como decía Jorge talento tenía aunque un poco a su manera...
ResponderEliminar@Almanzor: Cierto en los dos casos, en el primero por lapsus y en el segundo por equivocación, (gracias!)
Un saludo!
Totalmente de acuerdo con lo que comenta Almanzor: jugadores como Rambis son necesarios en todos los equipos. Siempre he pensado que el talento es innato, pero el respeto hay que ganarselo y Kurt Rambis se lo ganó con creces. ¡QUE GRANDE RAMBIS!
ResponderEliminarUn saludo!!!
Buenas General,
ResponderEliminarSólo un pequeño apunte. En las Finales de 1985 Rambis lchó contra McHale y bla bla bla pero Kareem hizo una labor extraordinaria y no sólo ofensivamente. El partido 5 de las Finales comenzó con dos hombres enchufados: por los Celtics Kevin McHale y por los Lakers Kareem Abdul-Jabbar. El primero anotó 13 puntos en el primer cuarto. El segundo, 12. Durante el partido destacaron también los bases: Magic 26 puntos y 17 asistencias, Dennis Johnson 22 puntos y 17 asistencias. Pero la clave del partido fue, como en toda la serie, Kareem. Desde el segundo cuarto, Kareem defendió a McHale y éste quedó completamente anulado. Y por si esto fuera poco, en ataque Kareem completó un partido tremendo con 36 puntos. Resultado final: 120 a 111 a favor de L.A.
Digo esto pq -y no lo digo por ti, mi General- q Kareem, como Gasol actualmente, era más q un "jugador elegante pero blando". Claro q están Rambo, AC Green, Artest, Bynum, etc, etc pero eso no quita lo otro. General, repito, no es niguna crítica hacia ti y tu estupendo blog y artículo. Simplemente es una pequeña reflexión hecha por un viejete cascarabias q cree q nada como los ochenta ;-)
Los analistas de la época miraban los rebotes de Kareem en los partidos de la serie ya que era un indicador seguro de la victoria de los Lakers. Nadie quita además mérito a Kareem que fue el MVP de esas finales.
ResponderEliminarEl problema que tenían los Lakers era que Kareem podía ocuparse o bien de Parish o bien de McHale pero no de los dos al mismo tiempo. Los Lakers no tenían opciones y Rambis tuvo que ponerse las pilas y pegarse literalmente con McHale. McHale tenían todas las de ganar sobre todo por su envergadura y sus movimientos, pero en momentos importantes con Parish y McHale en pista (creo recordar que fue en el tercer partido) Rambis conseguía anticiparse, tirarse al público a salvar balones o coger rebotes importantes. Nada del otro Jueves pero aportando.
Está clarísimo que el protagonista de la serie fue un Kareem que con 38 años nadie esperaba que diera el recital que dio. Magic además se ocupó de alimentarle a él y a Worthy de balones en las mejores condiciones. Scott empezó a destacar en el perímetro y el emparejamiento Cooper-Bird echó chispas. En un discreto lugar quedó la defensa de Rambis sobre un McHale que le superó toda la serie pero que no consiguió ser el factor determinante de la misma.
Tu comentario es cierto y lo comparto: Kareem era un tío muy poderoso debajo de la canasta. No sólo anotaba sino que reboteaba y taponaba con mucha asiduidad y esos aspectos junto con su defensa fueron claves en esas finales. Lo de Rambis fue algo más inesperado porque todo el mundo esperaba que la posición de 4 en los Lakers hiciera aguas frente a McHale.
Un saludo!
¡Un articulo dedicado al gran Kurt!
ResponderEliminarHacia tiempo que no me pasaba por aqui y me encuentro con esta joyita, el gladiador de las zonas, epicos los duelos que narras con los Celtics en general y con Mchale en particular, me han entrado ganas de refrescarme la memoria con alguno de los videos de los partidos que mencionas que tengo por aqui almacenados.
Griego! Tú te hiciste como jugador idolatrando a gente como Rambis y Rodman! Tenemos pendiente quedar un día y, ya que de jugar no quieres saber nada últimamente, hablamos de partidos que podamos pasarnos en digital (estos días no puedo porque tengo a la jefa con contracciones de los días previos al parto, en 10 días el peque está aquí)
ResponderEliminarUn saludo!
Ok general lo primero es lo primero, cuando el peque asome la cabeza ya tendremos tiempo de quedar, en cuanto a los partidos ire haciendo una lista de los que tengo en digital, aunque la mayoria aun los tengo en Vhs, me veo protagonizando un sketch de muchachada nui junto al walkman y el discman.
ResponderEliminarRambis Rodman y Lambeer la santisima trinidad de la ostia consagrada.